La tarde comienza en un aula en
penumbra, paradójico pues venimos a ver, observar, visitar el CEIP. El Gracia.
Pero este comienzo es necesario para hace un viaje rápido al pasado y de la
mano de Mercedes, Ana, Maribel, Isa, Ana Belinda, Noelia y Rocío conocer cómo
era este centro hace 16 años y el proceso de transformación que han provocado
(con mucho trabajo y esfuerzo) en él.
Y es que estamos hablando de un
centro cuya población inicial era mayoritariamente alumnado procedente de
familias en riesgo de exclusión social. Y un equipo de docentes que presenta un
proyecto donde tienen claro que deben comenzar estableciendo redes (tanto
sociales como emocionales). Y para ello empezar a visibilizar el colegio es
fundamental, todo un proceso para que la puerta del centro se distinga en la
calle, para que el centro tome protagonismo en el barrio, para conseguir que,
donde antes había un muro, hoy en día encontremos un jardín diseñado por los
niños y las niñas con unos murales artísticos envidiables. Y es que, desde elprimer
momento el deseo estaba claro “que los niños y niñas quisieran venir al colegio”. Luchar contra el
absentismo escolar no fue fácil, pero usando herramientas tan potentes como el
arte, emplear el currículum del éxito, abrir las puertas en su más amplio
sentido, fomentar la convivencia y visibilizar a la mujer, consiguieron que su
índice de absentismo escolar se extinguiera prácticamente.
Fue fundamental dar a conocer el
centro, gestionaron la colaboración con diferentes organizaciones e instituciones del barrio,
interactuaron con el entorno, aplicaron el currículum del más y poco a poco
consiguieron que las familias que confiaran en el centro, en lo que sus hijos e
hijas aprenden y viven cada día en esta escuela. Comenzaron a llegar los reconocimientos
educativos. Poco a poco se fueron consolidando las estructuras que dan
identidad al Gracia “Este es mi cole”, va calando en la comunidad educativa.
Este proceso de
transformación implica al profesorado, al
alumnado, a los espacios e instalaciones
pero cabe destacar el cambio producido con las familias, ha habido un camino
interesante que han recorrido juntos, y es que en el Gracia, no colaboran las
familias en ocasiones puntuales como pueden ser en fiestas y efemérides sino
que ellas tienen su propio espacio en el centro, sus múltiples formas de
involucrarse en la vida escolar de sus hijos (participando como voluntarias,
por ejemplo) durante años participan en las “charlas con café”, y aunque
actualmente no continua, no podemos olvidar el “teatro de madres” que tanto
contribuyó a visibilizar el papel de la
mujer en toda la comunidad educativa y generan relaciones, lazos con otras
personas que les ayuda en su crecimiento personal, y a su vez, favorecen el
crecimiento del centro (como por ejemplo con la labor de catalogación y gestión
de los recursos de la biblioteca del centro, acompañamiento nativo en las
clases de inglés, en las lecturas de primera hora, dando clases de yoga,
colaborando en el aula arte, en los Grupos Interactivos o cocinando…).
Y una vez conseguida la
implicación y participación activa de las familias a lo largo del curso, y la
de los alumnos haciendo uso (entre otros recursos) de la coordinadora del
alumnado (por rol de coordinador de alumnos), favoreciendo el reconocimiento
educativo de los niños desde las asambleas. Viviendo como un TODO el centro se
distribuye en Infantil, Tierras Medias y Tierras Altas o Highlands, dando idea
así de la unidad, pero con identidades propias de cada nivel. La matriculación
ha aumentado considerablemente las familias y los niños eligen El Gracia, quieren
venir a este centro y no a otro.
Apostar por la necesidad de la
belleza, sigue siendo importante para
esta comunidad educativa. Entendiendo que “La ausencia de belleza genera
violencia, provocando cicatrices imborrables” como decía Rosa Montero. Cuidando
así tanto la belleza estética como la belleza humana en el buen trato y el buen
hacer de las personas que conviven en este centro. Articulando este objetivo en
sus diferentes proyectos, desde la colaboración con la Escuela de Arte de San
Telmo, y de múltiples organismos más, hasta la presentación de los materiales
en las aulas, la exposición de los trabajos de los alumnos y las
documentaciones de trabajos de las aulas. En el posterior paseo por el centro,
la belleza nos sorprendía tanto en los pequeños detalles como en los grandes.
Echando la vista atrás encuentran que este proceso de transformación
ha sido duro e intenso pero también gratificante, encontrando una participación
de las familias coordinada y eficiente, una convivencia basada en el respeto de
personas hacia personas (no hay una jerarquía aplastante entre docente y
discente, sino un plano común para todas las personas que se respetan y
conviven juntas en diferentes propuestas y actividades). Dando un paso más en la búsqueda de nuevas
propuestas curriculares desear aprender pero con un reto por delante,
implicando una aventura nueva cada día), estableciendo una identidad clara de
escuela, pues los docentes podrán cambiar, pero los niños permanecen en el
centro y el centro es suyo durante los años más importantes de sus vidas, donde
sus primeros aprendizajes les ayudarán a desarrollarse y crecer como personas.
Isa comenta que la unidad del equipo, el trabajar por
consensos y no por votaciones es un proceso que hay que aprender también, pero
que es la base para que se pueda construir entre todos y que favorece las
reflexiones pedagógicas en equipo.
Comparten con nosotros algunas de las bases para que este equipo haya
conseguido hacer esta transformación tan impresionante:
- Compartir la formación con los compañeros: han tenido un amplio recorrido formativo en temas tan diversos como en espacios y materiales (inspirándose en Reggio Emilia, Montessori, Waldorf, etc) , en proyectos de trabajo ABP cuando apenas nadie hablaba de ello, del proceso de la lectura y escritura desde el enfoque constructivista, en las matemáticas de la vida, en la documentación de los procesos de enseñanza y aprendizaje, en comunidades de aprendizaje, y en muchísimos aspectos más, que han favorecido que el equipo humano del gracia haya crecido a nivel profesional y personal.
- Las parejas pedagógicas que establecen entre compañeros, favoreciendo que el camino lo recorran entre dos que se acompañan, apoyan, ayudan, cuestionan y aprenden juntos.
- Los grupos interactivos con el voluntariado que colabora en el centro. Cuyo coordinador de voluntariado gestiona y coordina para aprovechar los potenciales y herramientas que los voluntarios ponen a disposición del centro, siendo muy útil la base de datos común para que cada docente sepa a qué persona recurrir en función de la necesidad detectada en el aula o en el centro.
- Y por supuesto es clave acompañar a los docentes que llegan nuevos para que se incorporen a la vida de este centro.
Y es que este centro se caracteriza por ofrecer un modelo educativo que no deja a nadie indiferente pues todos los agentes son implicados de una forma u otra para conseguir las metas que se proponen.
Comenzamos la visita, y como no
podía ser de otra forma, nos dividimos para que el intercambio sea más
enriquecedor, para que, en grupos más reducidos se produzca un intercambio más
directo, todos observen, pregunten, aporten y comience el proceso compartir
entre todos.
El grupo al que acompaño comienza
en el espacio del espacio verde, como la creación de dicho jardín en la que se
implicaron todos los grupos de alumnos en su diseño y sus propuestas.
Seguimos visitando el aula del
agua, destinada al arte, mencionando el Atelierista de Reggio Emilia. El huerto Escolar, con la
colaboración de empresas ajenas como Leroy Merlín. Las normas de juego de patio
elaboradas por los grupos de escolares. La radio escolar potenciando el
programa sobre oralidad que llevan a cabo.
El proyecto de aulas abiertas,
eje vertebral de muchas otras propuestas que facilitan la investigación sobre
determinados temas, recibiéndonos el resultado en formato de exposición
fotográfica apoyada en códigos QR que hablan sobre el proceso trabajado para
llegar a este resultado. Aulas Abiertas lo definen como una propuesta que
conlleva un alto grado de cohesión del grupo y del colectivo escolar que se
crece trabajando en torno a un denominador común que cada grupo hace suyo,
donde se ponen en juego muchas estrategias como tomar notas, realizar consultas
bibliográficas, manejar distintos tipos de texto, debatir, reflexionar ante
hechos o situaciones, …además de compartir nuestros saberes, reconocernos y
relacionarnos, teniendo siempre en cuenta que cada grupo trabaja de distinta
manera con distintas técnicas, materiales y metodología.
Las Puertas Regaladas proyecto
que sorprende por los resultados tan bellos que consigue. Las horas de juegos compartidos entre
distintos cursos, donde las (tres) aulas de las distintas tierras abren sus
espacios y recursos para que el alumnado se mueva de forma autónoma, en función
de sus propios intereses, o en talleres mezclando edades fomentando el
intercambio de saberes.
Y muchos más proyectos e
iniciativas que dejan ver los proyectos tan apasionantes que abordan en el
centro y la perspectiva desde la que lo hacen, como por ejemplo realizar el
viaje final de curso con el alumnado de quinto y sexto en el primer trimestre para
que la vivencia intensa de viajar y compartir genere la convivencia y las ganas
de profundizar sobre distintos aspectos en el grupo de alumnos.
Pero sin duda, lo mejor de la
tarde fue conocer a estas personas maravillosas que nos ofrecieron su tiempo,
paciencia y sabiduría para intercambiar impresiones, dudas, ideas…y que nos
guiaron por un reino diferente donde cada rincón y detalle nos habla de que
otra escuela pública y de calidad es posible.
Demos un paseo visual por las
tierras bajas, medias y altas (pincha aquí para ver la galería de fotos).