martes, 12 de marzo de 2019

Narrativa y galería fotográfica Encuentro: El proyecto de El Gracia


La tarde comienza en un aula en penumbra, paradójico pues venimos a ver, observar, visitar el CEIP. El Gracia. Pero este comienzo es necesario para hace un viaje rápido al pasado y de la mano de Mercedes, Ana, Maribel, Isa, Ana Belinda, Noelia y Rocío conocer cómo era este centro hace 16 años y el proceso de transformación que han provocado (con mucho trabajo y esfuerzo) en él.

Y es que estamos hablando de un centro cuya población inicial era mayoritariamente alumnado procedente de familias en riesgo de exclusión social. Y un equipo de docentes que presenta un proyecto donde tienen claro que deben comenzar estableciendo redes (tanto sociales como emocionales). Y para ello empezar a visibilizar el colegio es fundamental, todo un proceso para que la puerta del centro se distinga en la calle, para que el centro tome protagonismo en el barrio, para conseguir que, donde antes había un muro, hoy en día encontremos un jardín diseñado por los niños y las niñas con unos murales artísticos envidiables. Y es que, desde elprimer momento el deseo estaba claro “que los niños y niñas  quisieran venir al colegio”. Luchar contra el absentismo escolar no fue fácil, pero usando herramientas tan potentes como el arte, emplear el currículum del éxito, abrir las puertas en su más amplio sentido, fomentar la convivencia y visibilizar a la mujer, consiguieron que su índice de absentismo escolar se extinguiera prácticamente.


Fue fundamental dar a conocer el centro, gestionaron la colaboración con diferentes  organizaciones e instituciones del barrio, interactuaron con el entorno, aplicaron el currículum del más y poco a poco consiguieron que las familias que confiaran en el centro, en lo que sus hijos e hijas aprenden y viven cada día en esta escuela. Comenzaron a llegar los reconocimientos educativos. Poco a poco se fueron consolidando las estructuras que dan identidad al Gracia “Este es mi cole”, va calando en la comunidad educativa.

Este proceso de transformación  implica al profesorado, al  alumnado, a los espacios e instalaciones pero cabe destacar el cambio producido con las familias, ha habido un camino interesante que han recorrido juntos, y es que en el Gracia, no colaboran las familias en ocasiones puntuales como pueden ser en fiestas y efemérides sino que ellas tienen su propio espacio en el centro, sus múltiples formas de involucrarse en la vida escolar de sus hijos (participando como voluntarias, por ejemplo) durante años participan en las “charlas con café”, y aunque actualmente no continua, no podemos olvidar el “teatro de madres” que tanto contribuyó  a visibilizar el papel de la mujer en toda la comunidad educativa y generan relaciones, lazos con otras personas que les ayuda en su crecimiento personal, y a su vez, favorecen el crecimiento del centro (como por ejemplo con la labor de catalogación y gestión de los recursos de la biblioteca del centro, acompañamiento nativo en las clases de inglés, en las lecturas de primera hora, dando clases de yoga, colaborando en el aula arte, en los Grupos Interactivos o cocinando…).


Y una vez conseguida la implicación y participación activa de las familias a lo largo del curso, y la de los alumnos haciendo uso (entre otros recursos) de la coordinadora del alumnado (por rol de coordinador de alumnos), favoreciendo el reconocimiento educativo de los niños desde las asambleas. Viviendo como un TODO el centro se distribuye en Infantil, Tierras Medias y Tierras Altas o Highlands, dando idea así de la unidad, pero con identidades propias de cada nivel. La matriculación ha aumentado considerablemente las familias y los niños eligen El Gracia, quieren venir a este centro y no a otro. 


Apostar por la necesidad de la belleza, sigue siendo importante para  esta comunidad educativa. Entendiendo que “La ausencia de belleza genera violencia, provocando cicatrices imborrables” como decía Rosa Montero. Cuidando así tanto la belleza estética como la belleza humana en el buen trato y el buen hacer de las personas que conviven en este centro. Articulando este objetivo en sus diferentes proyectos, desde la colaboración con la Escuela de Arte de San Telmo, y de múltiples organismos más, hasta la presentación de los materiales en las aulas, la exposición de los trabajos de los alumnos y las documentaciones de trabajos de las aulas. En el posterior paseo por el centro, la belleza nos sorprendía tanto en los pequeños detalles como en los grandes.

Echando la vista atrás  encuentran que este proceso de transformación ha sido duro e intenso pero también gratificante, encontrando una participación de las familias coordinada y eficiente, una convivencia basada en el respeto de personas hacia personas (no hay una jerarquía aplastante entre docente y discente, sino un plano común para todas las personas que se respetan y conviven juntas en diferentes propuestas y actividades).  Dando un paso más en la búsqueda de nuevas propuestas curriculares desear aprender pero con un reto por delante, implicando una aventura nueva cada día), estableciendo una identidad clara de escuela, pues los docentes podrán cambiar, pero los niños permanecen en el centro y el centro es suyo durante los años más importantes de sus vidas, donde sus primeros aprendizajes les ayudarán a desarrollarse y crecer como personas.

Isa comenta que la unidad del equipo, el trabajar por consensos y no por votaciones es un proceso que hay que aprender también, pero que es la base para que se pueda construir entre todos y que favorece las reflexiones pedagógicas en equipo.  Comparten con nosotros algunas de las bases para que este equipo haya conseguido hacer esta transformación tan impresionante: 


  • Compartir la formación con los compañeros: han tenido un amplio recorrido formativo en temas tan diversos como en espacios y materiales (inspirándose en Reggio Emilia, Montessori, Waldorf, etc) , en proyectos de trabajo ABP cuando apenas nadie hablaba de ello, del proceso de la lectura y escritura desde el enfoque constructivista, en las matemáticas de la vida, en la documentación de los procesos de enseñanza y aprendizaje, en comunidades de aprendizaje, y en muchísimos aspectos más, que han favorecido que el equipo humano del gracia haya crecido a nivel profesional y personal.
  • Las parejas pedagógicas que establecen entre compañeros, favoreciendo que el camino lo recorran entre dos que se acompañan, apoyan, ayudan, cuestionan y aprenden juntos.
  • Los grupos interactivos con el voluntariado que colabora en el centro. Cuyo coordinador de voluntariado gestiona y coordina para aprovechar los potenciales y herramientas que los voluntarios ponen a disposición del centro, siendo muy útil la base de datos común para que cada docente sepa a qué persona recurrir en función de la necesidad detectada en el aula o en el centro.
  • Y por supuesto es clave acompañar a los docentes que llegan nuevos para que se incorporen a la vida de este centro.
Y es que este centro se caracteriza por ofrecer un modelo educativo que no deja a nadie indiferente pues todos los agentes son implicados de una forma u otra para conseguir las metas que se proponen.


Comenzamos la visita, y como no podía ser de otra forma, nos dividimos para que el intercambio sea más enriquecedor, para que, en grupos más reducidos se produzca un intercambio más directo, todos observen, pregunten, aporten y comience el proceso compartir entre todos.

El grupo al que acompaño comienza en el espacio del espacio verde, como la creación de dicho jardín en la que se implicaron todos los grupos de alumnos en su diseño y sus propuestas.


Seguimos visitando el aula del agua, destinada al arte, mencionando el Atelierista de Reggio Emilia. El huerto Escolar, con la colaboración de empresas ajenas como Leroy Merlín. Las normas de juego de patio elaboradas por los grupos de escolares. La radio escolar potenciando el programa sobre oralidad que llevan a cabo.

El proyecto de aulas abiertas, eje vertebral de muchas otras propuestas que facilitan la investigación sobre determinados temas, recibiéndonos el resultado en formato de exposición fotográfica apoyada en códigos QR que hablan sobre el proceso trabajado para llegar a este resultado. Aulas Abiertas lo definen como una propuesta que conlleva un alto grado de cohesión del grupo y del colectivo escolar que se crece trabajando en torno a un denominador común que cada grupo hace suyo, donde se ponen en juego muchas estrategias como tomar notas, realizar consultas bibliográficas, manejar distintos tipos de texto, debatir, reflexionar ante hechos o situaciones, …además de compartir nuestros saberes, reconocernos y relacionarnos, teniendo siempre en cuenta que cada grupo trabaja de distinta manera con distintas técnicas, materiales y metodología.

Las Puertas Regaladas proyecto que sorprende por los resultados tan bellos que consigue.     Las horas de juegos compartidos entre distintos cursos, donde las (tres) aulas de las distintas tierras abren sus espacios y recursos para que el alumnado se mueva de forma autónoma, en función de sus propios intereses, o en talleres mezclando edades fomentando el intercambio de saberes.


Y muchos más proyectos e iniciativas que dejan ver los proyectos tan apasionantes que abordan en el centro y la perspectiva desde la que lo hacen, como por ejemplo realizar el viaje final de curso con el alumnado de quinto y sexto en el primer trimestre para que la vivencia intensa de viajar y compartir genere la convivencia y las ganas de profundizar sobre distintos aspectos en el grupo de alumnos.

Pero sin duda, lo mejor de la tarde fue conocer a estas personas maravillosas que nos ofrecieron su tiempo, paciencia y sabiduría para intercambiar impresiones, dudas, ideas…y que nos guiaron por un reino diferente donde cada rincón y detalle nos habla de que otra escuela pública y de calidad es posible.

Demos un paseo visual por las tierras bajas, medias y altas (pincha aquí para ver la galería de fotos).